A SOLAS
Era infinito nuestro amor entonces,
Más nuestro orgullo casi lo igualaba
Ni ella cedió, ni yo cedí... rompimos
Sin quejas, sin palabras, sin reproches.
Me disfracé de burla y de ironía
Ella se puso del desdén la mascara
Ella sin dirigirme una mirada!
Luego a solas dejamos las caretas
Entonces ella se deshizo en lagrimas
Entonces yo me desgarré la herida
Y era mortal la herida de mi alma
ANÓNIMO